Thursday, January 19, 2006

Aquí estoy nuevamente escribiendo barbaridades. Ay!, si fueras una hoja y un lápiz serías mi perfecto mejor amigo. Pero en vez de cuerpo de madera tienes teclas que presiono una a una para escribir. ¿ Qué quieres que te cuente? ¿ Lo que he estado haciendo en estas dos o tres últimas horas?.

Ah! Morboso de mierda!. Sí! Lo hice de nuevo y soy capaz de hacerlo un millón de veces más. Vomité, vomité y vomité todo (o casi todo). No tengo ganas de escribir estupideces. Me siento horrible y me veo horrible.

Bastaron quince minutos para darme cuenta de que yo no quería eso. Quince minutos que parecían interminables en aquella banquita frente a la Catedral. Quince minutos en donde no sentí su llamada, afortunadamente. Quince minutos en que mi cabeza se transformó en un caldo lleno de pensamientos errados y acertados; no sabía si esperar y decirle a la cara que no quería, o escapar cobardemente y dejarlo esperando. Elegí la segunda opción, no puedo encararlo ... simplemente me da asco.

Tuesday, January 17, 2006

¿Cómo te puedes mantener tan regio?. Es la estúpida pregunta que más de alguna vieja rancia y una lola caprichosa-envidiosa me hacen. Es simplemente irritante responder esa pregunta. Ser falaz y decir "hago dieta" o "como todo lo que quiero, hago harto ejercicio después" simplemente no va conmigo. Más bien me gustaría ser sincero y decir que mantengo mi cuerpo a punta de vómito y pasar hambre. Es mi cruel realidad, life's a bitch (como lo dice la Manson en Right Between The Eyes).

No quiero mentirles, ahora tengo hambre, pero me siento bien. Lo que algún día fue una utopía para mí se está transformando en una cosa simplemente fastidiosa de mantener. No quiero subir la talla 44, no quiero subir la talla S, pero todo lo anterior a costa de pasar hambre o hacerme daño. ¿Cómo me puedo mantener así? Es una constante lucha entre mi cuerpo y mi mente, siendo la segunda la que siempre saca el primer lugar y gana. Mi mente enferma no puede entender que estoy bien ... por fin soy normal! ... mi mente enferma sabe de envidia, y mi asquerosa mente enferma es envidiada.

A veces, los placeres sexuales tapan y menoscaban la sensación de hambre que a veces siento. Esos placeres sexuales que me descolocan y me hacen gritar cada día. Cuando aquel hombre mancilla mis juveniles pensamientos se me olvida que siento hambre, se me olvida que estoy en dieta ... y me entrego hasta llenarme del más puro placer carnal.

Lola, no sigas mi ejemplo de anoréxico y bulímico intolerable perfeccionista superficial. Acéptate tal como eres ... no importa lo que diga el resto ... No creo que quieras olvidar el hambre teniendo sexo ... a veces sin ganas. Soy el no-típico adolescente. Un no-ejemplo a seguir.





El martes tengo psiquiatra.

Friday, January 13, 2006

Día de Mina, Deseos Desesperados y Chocolate&Tallarines Affaire.

Fue casi una semana de consumismo extremo. Un nuevo deporte para mi vida!: recorrer, sin ser atropellado, las copadas callecitas de aquella ciudad trasandina, fue una verdadera proeza, sin mencionar el aguantar aquel apestante acento. La excursión partió el día en que arribamos al lugar donde pernoctaríamos (a veces). Luego de malabares para cambiar la plata, fuimos calle abajo entrando a cuanta tienda se nos ocurriera, comprando cuanta mugre existiera, preguntando puras leseras: que el talle, que es un buzo?, una remera?. Sin embargo, el grupo de excursionista formado por la ex-dark y confidente, por la funky y por el turco; salió victorioso del ajetreo, trayendo consigo una cantidad inigualables de bolsas llenas de poleras, cds, libros, dvds ... etc. Sumémosle a todo lo anterior que por las callecitas aquellas transitaba un sin fin ... sí! ... un sin fin de seres humanos hermosos; seres humanos que provacaban que mi boca produjera más saliva de lo común. En fin morbosines, me desahogué completamente en esas compras ... todo me quedaba bien!.

Mi mente quedó en blanco ... tal vez más tarde sigo con los deseos desesperados.

Wednesday, January 11, 2006

¿ Será tan morbosa la gente como para leer lo que siente un adolescente varón de 16 años con anorexia? ¿ Será tan morbosa la gente como para leer las aventuras de identificación sexual que vive este muchachito? ... ¿ Será tan morbosa la gente como para leer mis desventuras?.

No puedo decir nada antes sin presentarme. El sol de otoño me vio nacer, hace unos 16 años, en un pueblito de Chile. De cuna más bien acomodada, pero austeros, de genio totalmente maternal, de caracter un tanto afectivo, otras veces conflictivo. He vivido altos y bajos en mis cortos años: las crisis económicas que han arruinado a mi familia en varias ocasiones; los conflictos de faldas de mi padre; la temprana muerte de mis tan queridos abuelos; el derrumbamiento de sueños; el inocente descubrimiento de la sexualidad nulamente aceptada por la mayoría del pueblo (por ahí dicen vox populi, vox dei), el encuentro amoroso en personas que nunca te dirán un "te quiero"; y ahora último, el desencadenamiento de una enfermedad en mí netamente femenina.


A veces tengo miedo de lo que la gente puede pensar acerca de mí, otras tantas me siento orgulloso de ser como soy y darme a conocer al mundo lo más naturalmente posible. De vez en cuando el miedo invade mi mente diciéndome que nunca voy a encontrar a alguien que me ame, alguien con quien abrazarme, alguien con quien compartir una rica siesta. De vez en cuando, la esperanza irrumpe el cuarto oscuro y me dice que con tan sólo un poco puedo ser feliz. Sin embargo, la depresión en la que me encuentro envuelto ha ido menoscabando mi vida. Es en estos momentos donde el miedo toma más fuerza que nunca y ataca, provocando terribles males, uno de ellos, mi anorexia purgativa, que no es sólo física ... sino también mental. No ir alimentando mi conciencia con nuevas experiencias sólo por temor ha provocado una delgadez insoportable en mis sesos. Deseos y sueños que quieron cumplir ... pero temo por ellos.

Si llegaste hasta acá has sido un morboso ... por que quieres enterarte de lo que me está ocurriendo. No importa, no te preocupes, sigue leyendo ... sí! sigue alimentado tu mente con mis aventurillas (a veces de alcoba), con mis caprichos, con mis deseos y desechos. No te preocupes, que yo también soy un morboso.